Ocupamos los conceptos de "práctica" y "entrenamiento" psicofísico para diferenciar dos metodologías que ocupan los mismos principios y ejes de trabajo en niveles distintos.
Piensa en un abanico abierto; éste contiene dos vértices que se encuentran en un eje dentro de un ángulo de 180°. Piensa en el centro de este eje. Este centro divide dos direcciones de movimiento que operan en el eje. Vamos a convenir que son estas dos direcciones que nacen del centro lo que forma un espectro, en donde una dirección de movimiento se aproxima a un fenómeno, mientras la otra, se aproxima a su fenómeno complementario.
En términos de nuestro trabajo, una dirección de movimiento va hacia la comprensión del campo bioeléctrico y su relación con la corporalidad, mientras que, la otra dirección de movimiento va hacia la comprensión del ritmo, la fuerza, la integración, el flujo, el intercambio y la transformación.
La práctica psicofísica te invita a explorar el espectro que se aproxima a la comprensión del campo bioeléctrico y su relación con la corporalidad.
La evidencia empírica ha demostrado que hay un sustrato, volumen o fluido imperceptible que conecta y guarda la información de todas las cosas en la Naturaleza. Nuestra investigación llama a este sustrato "contraespacio" como complemento al término de "espacio", entendiéndose éste como la dimensión del movimiento que podemos percibir, mientras la otra sería aquello que no podemos percibir.
El contraespacio es una dimensión en sí misma; es el medio primordial en equilibrio relativo o inercia que despierta y motiva el desarrollo del movimiento, la polaridad (bioelectricidad), la Naturaleza, la vida y la consciencia.
El contraespacio propaga al campo bioeléctrico, el cual es responsable de hacer proliferar los tejidos y el desarrollo tanto, de la percepción como, de la corporalidad. Si bien no podemos percibir esta dimensión de la Energía, podemos percibir la bioelectricidad y comprender los principios con los cuales opera.
Nuestros experimentos y observación de los fenómenos asociados nos han llevado a la conclusión que el lugar de interconexión entre el contraespacio y la dimensión del movimiento se encuentra relativo al plano ecuatorial de una estructura, organismo o sistema. Y se presenta a la percepción como un "hoyo negro", que se puede ver claramente en el centro ecuatorial de un imán, por ejemplo.
La práctica psicofísica te invita a reconocer tu bioelectricidad, su organización, su relación con el ritmo, su desarrollo en los tejidos y en la estructura de la corporalidad, con la percepción, para que desarrolles tu propio bienestar y regeneración.
La práctica psicofísica se presenta como una puerta para entrar en contacto con tu mente y tu corporalidad en una forma orgánica, amable y sensible. Ayudándote a superar traumas sin la necesidad de revivirlos.
El objetivo de la práctica es el fortalecimiento integral de tu psicofisicalidad, para eso te entregamos una metodología que puedes utilizar para tu propia autorregulación.